lunes, 30 de noviembre de 2009

Modulo: Enseñar y Aprender con Tecnologías - EATIC

Módulo: Enseñar y Aprender con Tecnologías – EATIC –

Este módulo “Enseñar y Aprender con Tecnologías”, nos lleva a volver la mirada sobre nuestras prácticas como docentes de escuela Secundaria.
Si partimos de la idea de que las Nuevas tecnologías de la Información y de la Comunicación están cambiando las formas en que se transmite el conocimiento e innovando los procesos de enseñanza – aprendizaje debemos considerar que ellas constituyen el eje central para mejorar los procesos comunicativos.
Hoy nuestras aulas no pueden quedar al margen del auge de las tecnologías en la comunicación, muchos y rápidos son los cambios que se vienen produciendo en la sociedad y pocos y lentos son los que asume la escuela en esta innovación tecnológica. Hoy es vital prever en nuestros procesos educativos, cambios dentro de los nuevos contextos tecnológicos en relación a las variables de tiempo, espacio, simultaneidad y recursos, de modo de adaptarnos a las nuevas demandas de aprendizajes que requieren nuestros alumnos, Moreira (1999) afirma, “hoy es impensables desarrollar cualquier actividad educativa sin recurrir ni apoyarse en alguno de estos materiales y medios pedagógicos. De modo similar podemos afirmar que, sin materiales, no es posible llevar a la práctica del aula un programa de innovación educativa”.

Si analizamos desde el espacio educativo, limitado físicamente por el edificio escolar, el aula, ha sido tradicionalmente el espacio de comunicación en la enseñanza. En el presente, la enseñanza escolarizada debe contemplar la aparición de nuevos escenarios comunicativos virtuales que promueven el intercambio de información que trascienden los límites establecidos. Acá se genera la comunicación permanente donde circula la información, en nuevos espacios y tiempos, creada por el usuario con su interacción. Gros Salvat (2002) advierte “que en tanto las nuevas tecnologías continúen siendo “visibles” en las escuelas, esta condición estaría indicando que los procesos de enseñanza y de aprendizaje todavía no las han naturalizado como dispositivo cotidiano de las prácticas escolares”. Cuanta verdad nos manifiesta Gros Salvat, al mirar nuestra escuela hoy, decimos año 2009.

Para desarrollar verdaderos cambios en nuestras escuelas, es necesario revisar nuestros paradigmas, acá adherimos a Fenstermacher (1989:6 y 7) en su análisis del concepto de enseñanza, quien entiende la enseñanza y el aprendizaje como procesos interdependientes pero no causales y destaca que “La tarea de los profesores no es necesariamente poseer el contenido y transmitirlo a los estudiantes, sino más bien permitir a éstos tomar posesión del contenido donde quiera que se encuentre.” Entonces la acción docente está centrada en la creación de situaciones que favorezcan el desarrollo de habilidades y procedimientos que permitan a los estudiantes apropiarse activamente de los contenidos.
Si bien es verdad que estos nuevos modelos precisarán que también se conforme un nuevo tipo de alumno y profesor que sean capaces de asumir nuevos roles y nuevas tareas para trabajar en conjunto con estas nuevas tecnologías, no debemos olvidar que
la escuela (todos los miembros de la comunidad educativa) debe acompañar y disponer de la tecnología para despertar y favorecer el interés por aprender, condición primordial para formar estudiantes autónomos.

Por último destacaremos los aportes de los autores G. Salomón, D. Perkins y T. Globerson quienes señalan (1992:6)) que las computadoras son capaces “de ampliar el rendimiento intelectual del usuario”, pero advierten que demandan calidad en la atención de los alumnos y en sus procedimientos de trabajo para lograr efectos educativos, Sitúan la relación alumno-computadora en el plano de la colaboración y distinguen entre “efectos producidos con la tecnología” y “efectos de la tecnología” (1992:4). Este enfoque de la relación remite a los conceptos de colaboración intelectual y cognitivo transferible respectivamente, lo que permite precisar que la tecnología influye en la calidad del rendimiento de los estudiantes pero también en el desarrollo de procesos de pensamiento capaces de operar independientemente de la situación que los generó.

Para concluir podemos decir que para la incorporación de las Nuevas Tecnologías en la enseñanza, debemos planificar procesos , tanto para profesores como alumnos, donde se superen los límites físicos de la enseñanza tradicional y enriquezcan los procesos de acercamiento y transmisión del conocimiento.
Es posible asociar estas ideas, nuevamente con la concepción de enseñanza de Fenstermacher (1992:6) al subrayar la importancia de las propuestas didácticas para “permitir la acción de estudiar” y estimular el desarrollo de la autonomía que los habilite a los alumnos a adquirir, usar y producir conocimientos.
BIBLIOGRAFIA
Area Moreira, M. (1999), "los materiales curriculares en los procesos de diseminaci{on y desaarollo del curriculum" Madrid Sintesis.
Gros Salvat,B ( 2000) El ordenador invisible, Barcelona: Gedisa.

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